domingo, octubre 22, 2017

Juan Desiderio / De "El Templo"















Un Camposanto es muy parecido a una Biblioteca. Sus nichos son como estantes. Cada persona se corresponde con un libro. Las personas tienen una historia, un cuerpo sin volumen; tienen huesos y músculos, que vendrían a ser hojas y la encuadernación. Los capítulos son órganos, las palabras son células y las letras son genes.
Así, cada humano tiene un cuerpo y una personalidad. Todo lo que vivimos es lo que somos, y lo que vendrá será lo que nos falta. En un Camposanto hay colecciones de huesos, cenizas, cabellos, uñas y dientes. También hay biografías en forma de espectro y una enciclopedia inmensa que contiene los últimos pensamientos; los aferrados. Los que tardan en salir del hueso.
Imágenes no hay; son parte del aire y las va llevando el viento de lugar en lugar.


El amigo Glik vive una extraña doble vida: la de ser mitad fantasma y mitad hombre. Esto se nota con su presencia, que puede ser inmediata y sorpresiva.
Amigo Glik es el más antiguo de los parroquianos del Templo. Sabe de un par de muertos y algunos desmayos en su vida.
Su excesiva dulzura, afectada por una psiquis desorientada lo mantiene en la lentitud.
Amigo Glik construye desde su mediana edad, instrumentos electrónicos. Es un preciso conocedor de los primitivos ordenadores con sus respectivos lenguajes.

[inédito]

Juan Desiderio (Buenos Aires, 1962), El Templo, Op. Cit. Oct. 18, 2017

Foto: FB

La Primera Piedra - NoiseArt

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